Beatie Wolfe. Música tangible y activismo espacial
Beatie Wolfe es una música excepcional, pero también es una visionaria con muchas inquietudes. Nos lanza una pregunta: ¿cómo conciliamos el valor de la música y el arte hoy en día con una industria que ha decidido que los álbumes están obsoletos y que los singles no tienen por qué ser más que jingles?
La era digital ha traído soluciones, pero también deja un delicado equilibrio entre lo que debe evolucionar y lo que se debe preservar. Actualmente, la música y el arte flotan en una esfera intangible junto con todo lo demás: notificaciones, alertas de calendario, redes sociales. Todo bombardea nuestros sistemas sensoriales hasta dejarnos adormecidos. Las artes han quedado relegadas a esa constante charla de fondo y hemos olvidado por qué son mucho más.
Beatie Wolfe, nombrada modelo a seguir por ONU Mujeres para la innovación, crea nuevos formatos tangibles para álbumes en la era digital. Primero llevó su música hasta las paredes del Victoria & Albert Museum, para después ir más lejos y llevar los acordes hasta el espacio. También es cofundadora de un proyecto de investigación que analiza el poder de la música como medicina.
Nacida en Londres, esta pionera en la hibridación de ámbitos siempre busca de nuevas formas de combinar música diseño y tecnología. Lanzó su primer EP como aplicación para iPhone en 2010, y su álbum debut 8ight fue lanzado en vinilo, en forma de libro y como la primera aplicación de álbum interactivo 3D del mundo. Además, volvió a sorprender grabando en vivo su segundo álbum en el icónico nª 34 de Montagu Square (Londres).
Beatie piensa que hay tres cosas que permiten que algo cale en nosotros: tangibilidad, narración y ceremonia, como aquel espacio que nos permite profundizar en la experiencia. Son estas las que nos mantienen vivos por dentro. De hecho, cuando supo que a su abuela le habían diagnosticado demencia, decidió tocarle algunas canciones, y a continuación hizo lo propio en la residencia de su suegro en Portugal. Mientras tocaba, veía a la gente despertando; estaba sucediendo algo importante.
Todo ello dio paso al proyecto de investigación El poder de la música y la demencia con la Fundación Utley (2014). Wolfe fue a residencias de ancianos de todo el Reino Unido a interpretar sus canciones mientras los residentes eran monitoreados. Los resultados fueron asombrosos y lo que comenzó como una pequeña investigación acabó recibiendo atención mundial de los mejores neurólogos.
Hoy en día, la música para la demencia se está convirtiendo en un movimiento global y la organización benéfica, Music For Dementia 2020, trabaja activamente con la artista como embajadora.
Su último proyecto, From Green to Red, pone música a los datos de la NASA; una línea de tiempo digital que permite visualizar el dramático aumento de CO2 en la atmósfera durante los 8.000 siglos pasados. También es un video musical con letra de protesta y, en definitiva, una declaración completa de nuestro tiempo.